Por qué vuelves a mi?
Se suponía que lo conversado había cerrado la etapa de sueños, ensoñaciones y otros tantos querer, desear y esperar.
Más, ayer cuando mi mente estaba en pausa, tu figura apareció cuál invocación a la Luna. Y ahí quedó, tranquila, entre las sombras, como esperando a que le diese paso al resto de mi.
No quiero, no quise y estoy segura de no querer pero sigues estando a consejo mal o bendición, de tiempos pasados.
Deja de rondar. Las palabras fueron dichas, las canciones fueron oídas y las horas siguieron su curso.
Basta...