No me acostumbro a la idea de extrañar personas... más bien, al hecho de extrañar ha alguien a quien estimo y que en cierta forma me conoce.
De vez en cuando las cosas no marchan del todo bien y deseas que alguien te sostenga por un momento y te haga "Nanai". Es como, si te dejarás mecer, acunar y hasta acariciar con el único fin de ser consolado en silencio y sin cuestionamientos.
Eso es lo que extraño.
1 comentario:
weno, sí, uno se ve de repente extrañando gente que no pensó extrañar... o que de tanto tenerlas al lado no nos importó que se fueran. Hasta que nos hizo falta, hasta que la extrañamos.
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