... sé que es muy dificil que leas estas letras. Sé que, aunque, tal vez puedas llegar a leerlas, no podrás responder, pues te habrás puesto en evidencia y eso es principalmente lo que deseas evitar, por tanto y a fin de cuentas, la advertencia esta hecha. De esta línea en adelante, es tu responsabilidad.

Quiero agradecerte por sostenerme esa amanecida, quiero agradecerte por haber estado allí intentando darme animos. El sólo hecho de que me oyerás hablar y no dijieras nada me reconforto. No me juzgaste y te lo agradezco. Desde tu punto de vista quisiste hacerme entender que parte de lo que creo, es verdadero.

Asimismo, te pido disculpas por mi pena... no te la merecias. Te pido disculpas por haber trastocado esa intimidad tan nuestra con la presencia de viejos amores. Te pido disculpas por las ganas de querer cambiar el rumbo de nuestros tiempos pues comprendo que a lo más podré estar ahí como tú para mí.

Agradezco la tibiez de tu mano y ese beso en mi frente. Infinitamente, te agradezco que estuvieras ahí para mí.